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La Liga Comunista 23 de septiembre

TRASFONDO


Por Julio Zenón Flores Salgado

Este martes se cumplen 49 años de aquel asalto al cuartel Madera, en Chihuahua, de parte de unos jóvenes revolucionarios, que perderían la vida, la gran mayoría, en ese intento por sublevar al pueblo de México, para cambiar las forma de gobierno por un régimen socialista.
Los escasos sobrevivientes formarían más tarde lo que se conoció como la Liga Comunista 23 de septiembre, cuya desaparición se dio hasta 1990, pese a que la gran mayoría de sus integrantes habían sido asesinados, encarcelados o desaparecidos desde la década de los años 70, durante la llamada Guerra Sucia, que utilizó para ello un grupo especial contrainsurgente conocido como la Brigada Blanca.
El analista Alfredo Castañeda, publicó en un medio digital en julio del año pasado un apretado resumen de su historia que en esencia dice que la Liga Comunista 23 de Septiembre fue un movimiento guerrillero marxista-leninista urbano, que emergió en México durante los primeros años de la década de 1970, con una importante presencia en las grandes ciudades, entre ellas Guadalajara (Jalisco), Monterrey (Nuevo León) y la Ciudad de México.
“Nació como resultado de la fusión de varios movimientos armados de ideología socialista, y tomó como nombre la fecha del ataque de una guerrilla al Cuartel de Madera (Chihuahua), liderado por el profesor Arturo Gámiz, ocurrido el 23 de septiembre de 1965”.
La fusión que dio origen a la Liga Comunista 23 de Septiembre quedó terminada oficialmente el 15 de marzo de 1973. Las negociaciones estuvieron a cargo de José García Wenceslao y Manuel Gámez Rascón, por el MAR-23, y de Ignacio Arturo Salas Obregón, por parte de Los Procesos. José García Wenceslao ("Sam") era profesor normalista e indígena de Oaxaca; se había entrenado con otros 52 militantes del MAR en Corea del Norte. Manuel Gámez Rascón ("Julio") había estudiado Ingeniería Química en Guadalajara y era originario de Obregón, Sonora”.
Ignacio Salas Obregón ("Oseas") perteneció a las Juventudes Comunistas Cristianas de Monterrey. Participaron en la fusión también: el Frente Estudiantil Revolucionario de Guadalajara, el Movimiento Estudiantil Profesional (estudiantes cristianos) de Monterrey, los Enfermos de Sinaloa (estudiantes de la FEUS), el Comando Lacandones (estudiantes del IPN y de la UNAM), Los Guajiros, Los Macías y el grupo Oaxaca.
La Liga Comunista 23 de Septiembre pretendía poner fin al régimen priísta de México, al que acusaban de autoritario y corrupto. La idea principal de la Liga era la incorporación de las clases populares a la lucha armada en México. Intentó articularse a la guerrilla del Partido de los Pobres de Lucio Cabañas, pero no fueron aceptados por esta organización de la Sierra Madre del Sur.
Tuvo un periódico, distribuido en la clandestinidad, en el que estableció sus principios teóricos y análisis de la realidad nacional. Se llamó Madera y llegó a editar 58 números.
El último líder oficial de la Liga, Miguel Ángel Barraza García ("El Piojo Negro"), que también fungía como jefe del comité de redacción del periódico Madera, fue muerto el 24 de enero de 1981, cerca de Ciudad Universitaria, por agentes de la Brigada Blanca, el principal comando contra guerrillero del gobierno federal, creado en 1976 y disuelto en 1983. No obstante, la Liga desapareció hasta 1990.
Una vertiente que abandonó la Liga Comunista 23 de septiembre, daría origen a la organización llamada Corriente Socialista, la cual se fusionó con organizaciones de Guerrero como la Coalición de Círculos Marxistas Leninistas de Chilpancingo y la Coalición de Comités de Lucha de Acapulco, el Comité de Lucha Popular, de Aguascalientes, entre otros, los cuales formaron el Partido Patriótico Revolucionario, encabezado ya por los actuales líderes nacionales perredistas Camilo Valenzuela y Jesús Zambrano, quienes a su vez se integraron progresivamente al PSUM, PMS y finalmente al PRD, sin abandonar sus principios revolucionarios, pero adaptándose a la nueva realidad y forjando nuevas estrategias de lucha.
Ese germen, está hoy muy cerca del poder político. Esperamos que no pierdan nunca la esencia, aunque alguna vez, lleguen a gobernar este país.


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